Este precioso
crucifijo recibe a los peregrinos a la capilla del milagro
Avignon es
conocida por haber sido residencia de los papas, pero hay otra importante razón
que nos lleva a peregrinar hasta Avignon: El milagro Eucarístico que allí
ocurrió.
Antecedentes
Para poder entender
el significado del milagro Eucarístico, tenemos que remontarnos al año 1226, o
sea, 217 años antes del milagro. La herejía Albigense, la cual tomó su
nombre de la cuidad de Albi, Francia, se propagaba por todo el sur de Francia
rechazando todos los sacramentos, especialmente el matrimonio y la Eucaristía.
Esta herejía fue condenada por la Iglesia desde el Siglo XI, pero no fue hasta
que los Albigenses empezaron a atacar seriamente a los gobiernos seculares
desde sus fortalezas, que los gobernantes los denunciaron y los privaron de la
protección de las leyes.
Los Albigenses eran
muy poderosos en 1226, especialmente en el Sur de Francia, donde se encuentra
Avignon. La ciudad se rinde después de un sitio de 3 meses y el 4 de Septiembre
el Rey Luis VIII, padre de San Luis, jefe de las cruzadas, hace una ceremonia
expiatoria por los sacrilegios cometidos contra la Eucaristía. Vestido de saco
gris, acompañado del cardenal Legate, 60 obispos, barones y ciudadanos de la
ciudad, van a la capilla de la Santa Cruz, junto al ría Sorgue, donde el
Santísimo Sacramento estará expuesto día y noche. Ese fue el origen de la
"Real y Devota cofradía de Penitentes Grises".
El obispo decidió que
el Santísimo debería quedarse perpetuamente expuesto. Esta costumbre fue
continuada por sus sucesores y aprobada por el Santo Padre. La Iglesia fue
custodiada por los Penitentes Grises, de la Orden Franciscana
y después de 200 años de adoración perpetua ocurrió un milagro espectacular.
Los corazones de Jesús
y de María guardan la entrada a la capilla del milagro Eucarístico. En el
interior se contempla la nave donde ocurrió el milagro.
1443
Capilla del milagro
Eucarístico de Avignon ayer y hoy
2005
El
Milagro
El Sorgue es un río
que pasa por la cuidad de Avignon. El río se desbordaba cada ciertos años.
Cuando esto ocurría, el agua inundaba las casas y fincas de los alrededores. A
fines de noviembre de 1433, después de fuertes lluvias, vino una gran
inundación. El agua penetró más que en años anteriores. Fue una de las peores
inundaciones conocidas. En las noches del 29 y el 30 de noviembre, el nivel del
agua subió a gran altura. Los Penitentes Grises de la Orden Franciscana estaban
seguros de que la pequeña iglesia de la Santa Cruz se había inundado y
decidieron ir allí para salvar la Eucaristía y traerla a tierra seca. Dos de
los superiores de los Penitentes Grises se subieron en un bote y remaron hasta
la iglesia.
Cuando llegaron,
descubrieron que el agua había subido hasta la mitad de la puerta de la entrada
de la iglesia. Sin embargo, cuando abrieron la puerta, para su sorpresa,
encontraron que el pasillo, desde la puerta hasta el altar, estaba
completamente seco. El agua se había acumulado formando paredes de agua a
derecha e izquierda del pasillo, como a cuatro pies de altura. Nuestro Señor
Jesús, en la Hostia Consagrada en la custodia, permanecía regiamente sobre el
altar, completamente seco.
El milagro recuerda
lo que cuenta la Biblia sobre el Mar Rojo que se parte ante el ingreso de los
Israelitas y la división del río Jordán ante la entrada en el del arca de la
alianza. Realmente, también les pareció de esa forma a los Penitentes Grises.
Buscaron a otros miembros de los Penitentes Grises para que fueran y verificaran
el milagro.
Los cuatro Frailes
oraron juntos y llevaron la custodia que contenía el Santísimo Sacramento a una
Iglesia Franciscana en tierra seca. Cuando colocaron la custodia en el altar,
leyeron del libro del Éxodo sobre la División del Mar Rojo (Éxodo 14:21):
"Moisés tendió su mando sobre el mar e hizo soplar Yahvé sobre el mar toda
la noche un fortísimo viento solano, que le secó, y se dividieron las aguas.
Los hijos de Israel entraron en medio del mar, a pie enjuto, formando para ello
las aguas una muralla a derecha e izquierda." Los Franciscanos escribieron
el testimonio de los cuatro Frailes en los registros de su comunidad, donde se
conservan hasta hoy día.
En este tiempo se
creó una tradición que todavía está en práctica. El 30 de noviembre, de
cada año, en la capilla de las Santa Cruz, los Penitentes Grises se ponen
una soga alrededor del cuello, y arrastrándose piadosamente en sus manos y
rodillas, vuelven a crear el incidente, trayendo a la memoria los pasos que
siguieron sus antepasados, por el mismo camino que siguieron la noche del
milagro.
Hoy permanece la
iglesia y la tradición del milagro. Los frailes le dan gracias a Nuestro
Señor Jesús en el Santísimo Sacramento por haberles dado una señal tan poderosa
de su Presencia Real. Los Peregrinos, especialmente esos con hambre de la
Eucaristía, todavía visitan la pequeña iglesia a la orilla del río, para
venerar y darle gracias al Señor por habernos dado este regalo especial en un
momento en que se necesitaba Su Fortaleza.
Significado del
Milagro
¿Cuál es el
significado de este milagro? ¿Por qué fueron usados los símbolos del Éxodo de
los Judíos en su cautiverio para que este milagro sucediera? ¿Podría ser
que el Señor estaba usando este signo del Milagro Eucarístico para liberar a Su
pueblo de las ataduras del pecado?
En el mundo de hoy,
nos encontramos cautivos de una forma muy sutil, y destructora pues muchos ni
se dan cuenta de que son esclavos. Estamos en un mundo de materialismo,
consumismo, libertinaje y ateísmo. Nuestras vidas se encuentran manipuladas por
la presión de amistades, películas, revistas, discos y anuncios de televisión.
Drogas, alcohol, aborto, relaciones sexuales desordenadas, desprecio a la guía
de los padres, egoísmo, y muchas otras cosas dominan las vidas de multitudes.
Los que tienen la
valentía de resistir las pasiones bajas para vivir el auténtico amor cristiano
se encuentran bajo ataque constante. Sin embargo, tenemos un arma. El mismo
milagro que el Señor realizó en la pequeña iglesia en Avignon ocurre para nosotros
todos los días durante la Consagración en la Santa Misa. Nuestro Milagro Diario
de la Eucaristía, puede librarnos de cualquier invasor. Nosotros tenemos que
saber vivir y depender del milagro Eucarístico que se nos da cada día. No
podemos sentarnos y esperar que algo suceda cuando recibimos el Milagro de la
Eucaristía. Tenemos que ir hacia adelante, abrazarlo a El, y tomarlo a El en
nuestro corazón. Así nos encontraremos liberados de la esclavitud del mundo, y
de todas sus falsas enseñanzas.
El Milagro
Eucarístico de Avignon nos recuerda la proclama de Jesús en Lucas 4:18:
"Me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos la
recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos, para anunciar
un año de gracia del Señor."
Un Milagro
Eucarístico que ocurre en cada iglesia católica todos los días para liberarnos.
¿Cómo le respondemos?
Dirección de la
capilla del milagro:
8, rue de Teinturiers, 84000 Avignon, Francia.
8, rue de Teinturiers, 84000 Avignon, Francia.
Horas: Todos los días
excepto el martes por la mañana, 8h a 12h - 14h a 19h.
Dirección de los
Penitentes Grises
C.C.P. Marseille 7.456.14P Tel. 90.86.58.80
C.C.P. Marseille 7.456.14P Tel. 90.86.58.80
Bibliografía
-Información recogida
en nuestras peregrinaciones
-Cruz, Carroll, Joan. Eucharistic Miracles: And Eucharistic Phenomena in the Lives of the Saints. Tan Books and Publishers, Inc. Rockford Illinois, 1987.
-Lord, Bob y Penny. Este Es Mi Cuerpo, Esta Es Mi Sangre: Milagros de la Eucaristía. Journeys of Faith. Westlake Village, CA , 1987.
-Cruz, Carroll, Joan. Eucharistic Miracles: And Eucharistic Phenomena in the Lives of the Saints. Tan Books and Publishers, Inc. Rockford Illinois, 1987.
-Lord, Bob y Penny. Este Es Mi Cuerpo, Esta Es Mi Sangre: Milagros de la Eucaristía. Journeys of Faith. Westlake Village, CA , 1987.
Tomado de Corazones.org (Fotos e información)
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