Oh, Dios, que en la Sagrada
Familia
nos dejaste un modelo perfecto
de vida familiar, fundada en la
fe,
la esperanza y la caridad.
Derrama tu Espíritu sobre nuestras
familias,
arráigalas sólidamente en la fe en
Cristo, tu Hijo.
Suscita en ellas la esperanza
ardiente
y abrásalas en el fuego de tu
amor,
para que sirvan fielmente a la
Iglesia,
sean fecunda fuente de comunión y
vida
y apóstoles incansables de la
nueva evangelización.
Unidos a José y María,
te lo pedimos por Jesucristo, tu
Hijo, nuestro Señor.
Amén.
Era
pobre y silenciosa,
pero con rayos de luz;
olor a jazmín y a rosa
y el Niño que la alboroza:
es la casa de Jesús.
Un taller de carpintero
y un gran misterio de fe;
manos callosas de obrero,
justas manos de hombre entero:
es la casa de José.
Había júbilo y canto;
ella lavaba y barría,
y el arcángel saludando
repetía noche y día:
«Casa del Ave María.»
Familia pobre y divina,
pobre mesa, pobre casa,
mucha unión, ninguna espina
y el ejemplo que culmina
en un amor que no pasa.
Concede, Padre, Señor,
una mesa y un hogar,
amor para trabajar,
padres a quienes querer
y una sonrisa que dar. Amén.
pero con rayos de luz;
olor a jazmín y a rosa
y el Niño que la alboroza:
es la casa de Jesús.
Un taller de carpintero
y un gran misterio de fe;
manos callosas de obrero,
justas manos de hombre entero:
es la casa de José.
Había júbilo y canto;
ella lavaba y barría,
y el arcángel saludando
repetía noche y día:
«Casa del Ave María.»
Familia pobre y divina,
pobre mesa, pobre casa,
mucha unión, ninguna espina
y el ejemplo que culmina
en un amor que no pasa.
Concede, Padre, Señor,
una mesa y un hogar,
amor para trabajar,
padres a quienes querer
y una sonrisa que dar. Amén.
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