lunes, 29 de octubre de 2018

Oraciones para combatir la Nueva Era



Una de las “armas de Dios”, tal vez la más importante es la oración, especialmente la oración mística o contemplativa.

Hay que “desengavetar” y redescubrir a los Místicos de la Iglesia, principalmente a Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Santa Teresita del Niño Jesús, por nombrar sólo los Carmelitas.

Ha habido por años el concepto errado de que la Contemplación es sólo para unas poquísimas almas escogidas. Pero dice Sta. Teresa de Jesús, que la oración contemplativa es la “Fuente de Agua Viva” que promete Jesús a todos en el pasaje con la samaritana. Dice la Santa Carmelita, Doctora de la Iglesia, que no dijo Jesús vengan que a unos daré de beber y a otros no, sino que dijo: “Todo el que beba de esta agua que Yo le daré no volverá a tener sed… y se hará en él manantial de agua que brotará para darle vida eterna” (Jn.4, 13).

El Rosario como arma. El Rosario es la cadena con la cual la Santísima Virgen María atará al Demonio. Por eso es tan importante esta oración diariamente y preferiblemente en familia o por lo menos entre dos personas en el hogar. Donde hay Rosario no puede penetrar el Demonio, por aquello que dijo el Creador a la Serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la Mujer…” (Gen.3, 15).

Misa y comunión frecuentes, de ser posible, diarias.
Confesión al menos mensual y, por supuesto, cuando se esté en pecado grave.
Consagración diaria a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, cuidando consagrar especialmente la libertad, para que Dios Nuestro Señor pueda hacer en nosotros según Su Voluntad.

Penitencia y ascetismo: La Virgen está pidiendo el ayuno a pan y agua al menos un día a la semana, pero preferiblemente miércoles y viernes. Sin embargo, se puede ayunar en otras formas: de dulce, de cigarrillos, de TV, de gustos y deseos, etc.

Oración en grupo: Hay que fomentar la oración en grupos dentro de las comunidades eclesiales: en los grupos de apostolado, en las Iglesias, en las Parroquias, entre los vecinos y entre los amigos. Preferiblemente esta oración debe estar centrada alrededor del Rosario y de la Consagración a los Sagrados Corazones, y dejando un rato de silencio para la Oración de Contemplación, sabiendo que la contemplación es un don de Dios y que lo más que podemos hacer de nuestra parte es desearla y buscarla en el silencio, pero Dios la da cómo quiere y cuándo quiere.

En la Oración en Grupo se mueve el Espíritu Santo con gran vigor. El Señor suele derramarse con la gracia de la contemplación. También pueden darse gracias carismáticas, las cuales no hay que buscar, pero tampoco hay que rechazar si Dios, en su Infinita Sabiduría y Amor, los regala. Siempre habrá que discernirlas, pero no hay que “apagar el Espíritu”, sino “examinar todo quedándonos con lo bueno” (1a. Tes.5,19-21).

Fomentar la Oración ante el Santísimo Sacramento del Altar, reanudando la Adoración al Santísimo.

Fomentar la Comunión Reparadora, de los Primeros Viernes y la Oración y Comunión Reparadora de los Primeros Sábados.

Orar por las personas que han caído en algunas de las manifestaciones de la Nueva Era. ¡Esto es muy importante!

Cruzada de Oración y Ayuno, (Novena Permanente) para luchar contra los errores y herejías que integra la Nueva Era.

Ante la Nueva Era parece urgente orar y ayunar, unidos todos en una Cruzada contra los errores y herejías que se propagan en el mundo entero, que no son otra cosa que la gran estocada que el Maligno quiere infringir en el Cuerpo Místico de Cristo que es Su Iglesia.

La oración es el medio adecuado para vencer las malas intenciones del Enemigo. Estos errores y herejías están llevando a muchos a perder la Fe que nos dejó Jesucristo, y con su difusión se quiere socavar los fundamentos mismos de la Iglesia. Es necesario orar por todas las personas que han caído y por las que siguen cayendo en esta trampa del Demonio, para que el Todopoderoso en Su Infinito Amor y Misericordia se apiade de ellos. Debemos estar seguros en que la victoria final es de Jesucristo “Tú eres Pedro -piedra, roca- y sobre esta piedra edificaré Mi Iglesia, y las fuerzas del Infierno no la podrán vencer” (Mt.16,18).

El ayuno es un ingrediente adicional y necesario en esta cruzada. Ayunar, no por mero ascetismo o como penitencia. Ayunar por amor: amor a los que están cayendo en estos errores, almas que son de Dios y que pueden perderse, sabiendo que el ayuno -más que una ofrenda que nosotros damos a Dios- es una gracia que El nos otorga, si la deseamos, si se la pedimos. De esta manera nuestro ayuno se convierte en un acto de amor a nuestro Creador y Señor y a nuestros hermanos.

Sólo con la oración y el ayuno puede combatirse el mal. Ya que esta lucha no es contra fuerzas humanas, sino contra los espíritus y las fuerzas sobrenaturales del mal, empuñemos las armas de Dios para poder resistir las maniobras del Diablo (cfr. Ef.6,1O-13).

La Novena Permanente, la cual se incluye en esta publicación, se reza todos los miércoles y se acompaña del ayuno a pan y agua.

Además de esta Novena Permanente, o como alternativa, sería muy conveniente ofrecer al menos un Padre Nuestro, Ave María y Gloria diariamente por esta Cruzada de Oración y Ayuno que busca combatir los errores y herejías que se propagan a través del New Age.

De: Foros de la Virgen

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