Novena de las nueve horas al Santo Niño de Praga
(Esta novena se reza
cada hora por nueve horas consecutivas en el mismo día.)
Oh Jesús, que habéis
dicho "Pedid y se os dará, buscad y hallareis, llamad y se os
abrirá," por la intercesión de María Vuestra Santísima Madre, yo llamo, yo
busco, yo os pido que me concedáis esta gracia. (Petición.)
Oh Jesús, que habéis
dicho "Cualquier cosa que pidierais al Padre en Mi Nombre os la
concederá" por intercesión de María, Vuestra Santísima. Madre,
humildemente y urgentemente suplico a Vuestro Padre en Vuestro Nombre que me
concedáis esta gracia. (Petición.)
Oh Jesús, que habéis
dicho "Cielo y Tierra pasarán, pero mi palabra no pasará" por
intercesión de María, Vuestra Santísima Madre, siento confianza que mi súplica
será concedida. (Petición.)
Novena de los nueve días
Día
primero:
Oh dulce Niño Jesús,
a tus pies, consciente de mi poquedad, me dirijo a Tí que eres mi todo. Tengo gran
necesidad de tu ayuda. Mírame con piedad y, ya que eres omnipotente, socorre mi
necesidad.
Por tu divina
infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se
expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis
pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.
Padre Nuestro:
Padre nuestro, que
estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María:
Dios te salve, María;
llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria:
Gloria al Padre,
Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo.
Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno del Santísimo
Nombre de Jesús.
Jesús, dulce memoria,
del corazón armonía,
más que el vino, más
que todo,
tu presencia es
alegría.
Tu canto es el más
suave
y el más grato al
oído;
tu pensamiento es el
más dulce,
Jesús, Hijo de Dios y
Rey mío.
Esperanza del
penitente,
benigno con quien te
invoca,
bueno con quien te
busca,
¿Qué será el
encontrarte?
La lengua no puede
decir,
ni la palabra
expresar,
sólo quien te
encontró,
sabe lo que es amar.
Jesús, eres nuestra
alegría,
eres nuestro premio
eterno;
en Tí está nuestra
gloria
ahora y por los
siglos.
Amén.
V. Bendito sea el
nombre del Señor.
R. Ahora y por
siempre
Oración
Oh Dios, que has constituido
a tu Unigénito Salvador del género humano, y quisiste que fuese llamado Jesús,
concédenos un día poder contemplar en el cielo Aquel que veneramos en la tierra
con el Santo Nombre. Amén.
Día
Segundo
Oh esplendor celeste
del Padre, en quien brilla la divinidad, te adoro profundamente, mientras te
confieso verdadero Hijo de Dios.
Te ofrezco el humilde
homenaje de todo mi ser. No permitas que jamás me separe de Tí, mi sumo bien.
Padre nuestro - Ave
María – Gloria
Por tu divina
infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se
expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis
pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.
Día
tercero
Oh Niño Jesús, al
contemplar tu semblante, me siento con gran confianza; sí, todo lo espero de tu
bondad. Irradia, oh Jesús, tu gracia sobre mí y mis seres queridos, así podré
cantar tu infinita misericordia.
Padre nuestro - Ave
María - Gloria
Por tu divina
infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se
expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis
pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.
Día
cuarto
Oh Jesús, te
reconozco mi soberano absoluto. No quiero servir al demonio, a mis pasiones, al
pecado. Reina, oh Jesús, sobre este pobre corazón y hazlo tuyo para siempre.
Padre nuestro - Ave
María - Gloria
Por tu divina
infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se
expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis
pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.
Día
quinto
Yo te contemplo, oh
redentor dulcísimo, revestido de un manto de púrpura. Es tu uniforme real.
¡Cómo me habla de sangre! Sangre derramada por mí. Haz, oh Jesús, que
corresponda a tanto sacrificio y no rechace cuando se me presente cualquier
trabajo de sufrirlo por tí.
Padre nuestro - Ave
María - Gloria
Por tu divina
infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se
expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis
pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.
Día
sexto
Oh amabilísimo Niño,
al mirarte sostener el mundo, mi corazón se llena de gozo. También a mí me
sostienes cada instante, me guardas como tuyo. Cuídame, oh Jesús, y socorre
todas mis necesidades.
Padre nuestro - Ave
María - Gloria
Por tu divina
infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se
expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis
pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.
Día
séptimo
Sobre tu pecho, oh
Niño Jesús, brilla una Cruz. Es el estandarte de nuestra redención. También yo,
oh Divino Salvador, tengo mi cruz, que, si bien es ligera, con frecuencia me
agobia. Ayúdame a sostenerla, para que la lleve siempre con fruto. Bien sabes
cuán débil soy.
Padre nuestro - Ave
María - Gloria
Por tu divina
infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se
expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis
pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.
Día
octavo
Junto con la Cruz,
sobre tu pecho vislumbro, oh Niño Jesús, la imagen de tu corazón. Tú eres el
verdadero Amigo, que generosamente se prodiga y se inmola por la persona amada.
Lléname de caridad, oh Jesús, y enséñame a corresponder a tu Amor.
Padre nuestro - Ave
María - Gloria
Por tu divina
infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se
expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis
pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.
Día
noveno
Tu diestra
omnipotente, oh Niño Jesús, cuántas bendiciones ha derramado sobre aquellos que
te honran y te invocan. Bendíceme también y bendice toda mi vida. Bendice mis
deseos y socorre mis necesidades. Escucha piadoso mis votos, y bendeciré cada
día tu Santo Nombre.
Padre Nuestro - Ave
María – Gloria
Por tu divina
infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se
expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis
pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.
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