Se usa el rosario ordinario, acompañando la
oración vocal con la meditación. Lo ideal es rezarlo ante algún crucifijo que
inspire más devoción para que lo contemples y beses la llaga correspondiente.
Además de las peticiones que aquí se proponen, puedes hacer otras que te
inspire el Señor y que correspondan mejor a vuestra espiritualidad y
circunstancia. Este rosario fue tomado
de Marie-Marthe Chambon, Die Wunden unseres Herrn, Herausgaben von P.
bonaventura Pihan, Passionist
Comienzo:
La Señal de la Cruz
Con verdadero arrepentimiento,
pedimos perdón por nuestros pecados y los del mundo entero.
V. Oh Jesús, Salvador divino, ten
misericordia de nosotros y del mundo entero.
R. Amén.
V. Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal.
R. Ten misericordia de nosotros y
del mundo entero.
V. Gracia y misericordia, Jesús
mío, en los peligros presentes. Cúbrenos con tu preciosísima sangre.
R. Amén.
V. Eterno Padre, muéstranos tu
misericordia por la sangre de tu querido Hijo. Te lo suplicamos, muéstranos tu
misericordia.
R. Amén.
En lugar de los misterios del
rosario, se rezan los siguientes:
1 -Llagas de los Pies
Señor mío crucificado, adoro las
Sagradas Llagas de tus pies. Por el dolor que en ellas sufriste y por la sangre
que derramaste, concédeme la gracia de evitar el pecado y de seguir
constantemente, hasta el fin de mi vida, el camino de las virtudes cristianas.
2 -Llaga del Sagrado Costado
Señor mío crucificado, adoro la
llaga de tu sagrado costado. Por la sangre, que en ella derramaste, te ruego
enciendas en mi corazón el fuego de tu divino amor y me concedas la gracia de
amarte por toda la eternidad.
3 -Llaga de la Mano izquierda
Señor mío crucificado, adoro la
llaga sagrada de tu mano izquierda. Por el dolor que sufriste y la sangre que
derramaste, te ruego que no me encuentre a tu izquierda con los condenados en
el día del juicio final.
4 -Llaga de la Mano derecha
Señor mío crucificado, adoro la
llaga sagrada, de tu mano derecha. Por el dolor que en ella sufriste y la
sangre que derramaste, te ruego que bendigas y me conduzcas a la vida eterna.
5 -Llagas de la Cabeza
Señor mío crucificado, adoro las
llagas de tu santa cabeza. Por el dolor que en ellas sufriste y la sangre que
derramaste, te ruego me concedas constancia en servirte a tí y a los demás.
En las cuentas del Padre Nuestro:
Después de la meditación de cada
llaga se dice:
V. Eterno Padre, yo te ofrezco
las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo.
R. Para que cures las llagas de
nuestras, almas.
En cada cuenta del Ave María:
V. Jesús mío, piedad y
misericordia.
R. Por los meritos de tus santas
llagas.
Tomado de: Corazones.org
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