Protegedlos, Jesús, con Divino
Amor.
Cada día se ofrecen a Vos sin
cesar;
consumiendo su vida ante Vuestro
altar.
Guardadlos del mundo, Señor,
donde están,
pues, aún separados, los persigue
Satanás.
Si placeres mundanos les llegase
a tentar,
corazón de Jesucristo, favor de
abrigar.
confortadlos, Dios mío, en pena y
dolor;
disipad de sus almas angustia y
pavor.
En el desaliento y la soledad,
acercaos, Jesús, y socorro
prestad.
guardad, proteged, defendedlos,
Señor,
cuando solos y tristes se
encuentren.
También son humanos con ánimo
frágil;
a veces se abruman, sintiéndose
débiles.
Guardadlos sin mancha cual Hostia
sin par,
que acarician a diario en el
Santo Altar.
Ahora dignaos, Señor, bendecid
sus obras, palabra y todo sentir.
(Imprimatur: +D.
Card. Dougherty, Arzobispo de Filadelfia)
Padre Nuestro que estás en el
cielo, santificado sea Tu Nombre, venga a nosotros Tu Reino.
Hágase Tu voluntad en la tierra
como en el cielo. Dános hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas,
como perdonamos a quienes nos ofenden. No nos dejescaer en tentación, y
líbranos de todo mal, amén.
Dios te salve María, llena eres
de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres, y bendito
es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre de Dios, ruega
por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.
En San Damián, Italia, el 14 de
agosto de 1965, Jesucristo dijo a Mama Rosa Quanttrini:
"Reza por los sacerdotes,
reza con fervor No dejes de rezar, porque el diablo quiere derrotarlos. Recen
mis hijos, ustedes que están cerca de mí."
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