1- Al recibir la Eucaristía, nos adherimos íntimamente
con Cristo Jesús, quien nos transmite su gracia.
2- La comunión nos separa del pecado, es este el gran
misterio de la redención, pues su Cuerpo y su Sangre son derramados por el
perdón de los pecados.
3- La Eucaristía fortalece la caridad, que en la vida
cotidiana tiende a debilitarse; y esta caridad vivificada borra los pecados
veniales.
4- La Eucaristía nos preserva de futuros pecados
mortales, pues cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos
en su amistad, tanto más difícil se nos hará romper nuestro vínculo de amor con
Él.
5- La Eucaristía es el Sacramento de la unidad, pues
quienes reciben el Cuerpo de Cristo se unen entre sí en un solo cuerpo: La
Iglesia. La comunión renueva, fortifica, profundiza esta incorporación a la
Iglesia realizada ya por el Bautismo.
6- La Eucaristía nos compromete a favor de los pobres;
pues el recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo que son la Caridad misma nos
hace caritativos.
Oración:
No hay comentarios:
Publicar un comentario