jueves, 11 de junio de 2015

Frutos de la Eucaristía



1- Al recibir la Eucaristía, nos adherimos íntimamente con Cristo Jesús, quien nos transmite su gracia.

2- La comunión nos separa del pecado, es este el gran misterio de la redención, pues su Cuerpo y su Sangre son derramados por el perdón de los pecados.

3- La Eucaristía fortalece la caridad, que en la vida cotidiana tiende a debilitarse; y esta caridad vivificada borra los pecados veniales.

4- La Eucaristía nos preserva de futuros pecados mortales, pues cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos en su amistad, tanto más difícil se nos hará romper nuestro vínculo de amor con Él.

5- La Eucaristía es el Sacramento de la unidad, pues quienes reciben el Cuerpo de Cristo se unen entre sí en un solo cuerpo: La Iglesia. La comunión renueva, fortifica, profundiza esta incorporación a la Iglesia realizada ya por el Bautismo.

6- La Eucaristía nos compromete a favor de los pobres; pues el recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo que son la Caridad misma nos hace caritativos.

Oración:

Oh Jesús amantísimo mira hasta donde te ha llevado el exceso de tu amor: para darte todo a mí, me has preparado un banquete divino donde me sirves tu carne y tu sangre preciosa. ¿Quién te impulsó a esos transportes de amor? Nadie, con seguridad, sino tu corazón lleno de ternura. O adorable corazón de Jesús, horno ardiente del amor divino, recibe mi alma en tu llaga sagrada, para que en esta escuela de caridad, aprenda a amar en reciprocidad a un Dios que ha dado pruebas tan sorprendentes de su amor. Amén.

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