¡Oh Espíritu Santo! En este día Te pido que vuelvas a inundar el alma de Tu sacerdote____________ como en el día de su ordenación.
Que nunca deje de sentir lo que sintió ese primer día, que nunca se vaya a convertir su vida en una rutina, que cada día amanezca con el mismo celo y la misma voluntad de servirte, sirviendo a los demás.
Haz que dé siempre buen ejemplo sin provocar envidias, haz que los que se acerquen a él sientan que se acercaron a Tí y que por medio de él tocaste sus vidas.
Tu pueblo, Señor, necesita que él y todos Tus sacerdotes sean santos y totalmente entregados a Tu servicio. Ayúdalos porque lo que Tú les pides es muy difícil y sin Ti nada podrán hacer.
Tú sabes todo lo que deseo pedir y no puedo expresar y lo tomas en cuenta.
Gracias. Amén.
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