Padre
nuestro, que estás en los cielos, al igual que el sol ilumina la tierra,
y le dá
color y vida, él nos recuerda tu amor.
Porque es en Tí en quien vivimos, nos movemos y existimos.
De la misma
manera que has estado entre nosotros muchas veces.
A la hora de
la dificultad, en el pasado,
continúa bendiciéndonos ahora con Tú ayuda.
Mira, Señor,
con bondad lo que se está haciendo en provecho mío.
Guía con
sabiduría al médico y todos los que cuidan de mis necesidades.
Préstales tu
fuerza curativa, para que me sea devuelta la salud y la fortaleza.
Y te daré
gracias por tu generoso y solícito cuidado. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
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