Nada te
turbe,
nada te
espante;
Todo se
pasa,
Dios no se
muda;
La paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios
tiene, nada le falta.
Sólo Dios
basta.
Eleva el
pensamiento,
al cielo
sube,
por nada
te acongojes.
Nada te turbe;
a Jesucristo
sigue
con pecho
grande,
y venga
lo que venga
nada te
espante.
¿Ves la
gloria del mundo?
es gloria
vana,
nada tiene
de estable,
todo se
pasa.
Aspira a
lo celeste
que siempre
dura;
fiel y
rico en promesas,
Dios no se
muda.
Ámale cual merece
bondad inmensa.
Pero… no
hay amor fino
sin la
paciencia.
Confianza y
fe viva
mantenga el
alma,
que quien
cree y espera
todo lo
alcanza.
Del
infierno acosado
aunque se
viere,
burlará sus
furores
quien a
Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias,
siendo Dios tu tesoro,
nada le
falta.
Id, pues, bienes
del mundo,
id, dichas
vanas,
aunque todo
lo pierda
solo Dios basta.
Autor: Santa Teresa de Ávila
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