sábado, 31 de enero de 2015

Nada te turbe, nada te espante




Nada te turbe,
nada te espante;
Todo se pasa,
Dios no se muda;
La paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene, nada le falta.
Sólo Dios basta.

Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes.
Nada te turbe;
a Jesucristo sigue
con pecho grande,
y venga lo que venga
nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
es gloria vana,
nada tiene de estable,
todo se pasa.
Aspira a lo celeste
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Ámale cual merece
bondad inmensa.
Pero… no hay amor fino
sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias,
siendo Dios tu tesoro,
nada le falta.

Id,  pues, bienes del mundo,
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda
solo Dios basta.

Autor: Santa Teresa de Ávila

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