Del Catecismo de la Iglesia
Católica
(2087) Nuestra vida moral tiene
su Fuente en Dios que nos revela su amor. San Pablo habla de la “obediencia a
la fe” (Rm 1:5), como de la primera obligación. Hace ver en el “desconocimiento
de Dios”, el principio y la explicación de todas las desviaciones morales,
(Rm
1: 18-32). Nuestro deber para con Dios es creer en Él y dar testimonio de Él.
(2088) El primer mandamiento nos
pide que alimentemos y guardemos con prudencia y vigilancia nuestra fe y que
rechacemos todo lo que se opone a ella. Hay diversas formas de pecar contra la
fe:
- La duda voluntaria respecto a
la fe descuida o rechaza tener por verdadero lo que Dios ha revelado y la
Iglesia propone creer.
- La duda involuntaria designa la
vacilación en creer, la dificultad de superar las objeciones con respecto a la
fe o también la ansiedad suscitada por la oscuridad de ésta. SI LA DUDA SE
FOMENTA DELIBERADAMENTE, PUEDE CONDUCIR A LA CEGUERA ESPIRITUAL.
(2089) La incredulidad, es el
menosprecio de la verdad revelada o el rechazo voluntario de prestarle
asentimiento.
. Se llama herejía a la negación pertinaz (obstinado, terco), después de
recibido el bautismo de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica,
o la duda pertinaz sobre la misma.
. Apostasía es el rechazo total de la fe cristiana.
. Cisma es el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice, o de la
comunión de la Iglesia a él sometidos.
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