Puede usarse también de novena.
Postrado
ante vuestros pies, oh grande y gloriosa Santa, vengo a presentarte mi
fervorosa oración; acógela benignamente y obtenme las gracias que me son
necesarias. Tengo un corazón atribulado. Siento fuertes los golpes del dolor.
La desventura me oprime. Recurro, pues, a vuestro auxilio. Ayúdame y mira mi
oración.
Santa
Filomena, ruega por mí.
Gloria
al Padre...
Fatigado
y sin consuelo, privado de esperanza, sólo y oprimido por las tribulaciones,
espero ser por Vos atendido.
Santa
Filomena, ruega por mí.
Gloria
al Padre...
Reconozco
que fueron mis grandes pecados la causa de tantas desventuras. Obtenme de Jesús
lo perdido y abrázame en su santo amor.
Santa
Filomena, ruega por mí.
Gloria
al Padre...
Ve
cuántas gracias me son necesarias y no me abandonéis. Vos que sois tan poderosa
junto a Dios aleja de mí la tristeza y la desolación, da paz a mi alma,
protégeme de los peligros y líbrame de los castigos del Señor; bendice a mi
casa, a mi familia, a tus fieles devotos y alcánzame la gracia que necesito
(mencionar la gracia).
Gloriosa
Santa Filomena, no me abandones y ruega por mí.
Gloria
al Padre...
Por
vuestros sufrimientos, alcánzanos de Dios misericordia
+
Fr. Miguel R. Camarlengo
Obispo
de Nola
No hay comentarios:
Publicar un comentario