CREO que
Dios Padre, que ha creado todas las cosas del cielo y de la tierra, no ha
creado el dolor ni el sufrimiento, pero sí los permite con designios de amor y
de misericordia.
CREO que Jesucristo
su único Hijo, nuestro Señor ha venido a la tierra para salvarnos. A través de
su muerte en cruz y su resurrección ha transformado y santificado el
sufrimiento, dotándolo de un valor salvífico y redentor.
CREO que el
sufrimiento es para el alma el gran cooperador de la redención y la
santificación.
CREO que el
Espíritu Santo de Dios, Señor y dador de Vida, es Amor y que, en sus manos, el
dolor no es más que un medio de que se vale su amor para transformarnos y
salvarnos.
CREO que el
sufrimiento ofrecido por amor es tanto, y aún más fecundo, que nuestras
palabras y obras; y más poderosas han sido para nosotros y más eficaces a los
ojos de su Padre, las pocas horas de la Pasión de Cristo, que todos los años de
su predicación y de su apostolado en la tierra.
CREO que a
través de la enfermedad y las limitaciones de la vejez, completamos en nuestra
carne lo que le falta a la cruz de Cristo y, de esta manera, colaboramos de
manera incomparable con su obra redentora en beneficio de la humanidad.
CREO en la
Iglesia que es una, santa, católica y apostólica.
CREO que en
la eternidad hallaremos a aquellos que han soportado y abrazado la Cruz, y que
sus sufrimientos y los nuestros, irán a perderse en el infinito Amor divino y
en las alegrías de la definitiva reunión.
CONFIESO que
hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
ESPERO la
resurrección de la carne y la vida del mundo futuro.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario