martes, 29 de septiembre de 2015

Consagración del Hogar a San Miguel



San Miguel Arcángel que bendices y proteges las casas donde está expuesta y es honrada tu santa imagen. Te elegimos hoy y para siempre por Señor y dueño de esta casa, y te dignes demostrar en ella tu poderoso auxilio preservándola de las enfermedades, del rayo, de las inundaciones, de los terremotos, de los ladrones, de las discordias y de los peligros de la guerra. Bendice y protege a las personas que aquí habitan, y concédeles la paz, una gran fe, verdadero amor a Dios y al prójimo, paciencia en las penas, esperanza en la vida eterna, facilidades de trabajo, empleo, estudio y la gracia de evitar los malos ejemplos, el vicio, el pecado, la condenación eterna y todas las demás gracias y accidentes, amén.

San Miguel, ayúdanos y ruega por nosotros.

Nota: En las casas de la provincia de Vendeé, que tenían esta oración y la rezaban con frecuencia, fueron preservadas, y Monseñor Juan José, Arzobispo de Tours le concedió indulgencia.

(Puede colocar esta oración detrás de la puerta)

Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, festividad el 29 de septiembre




Martirologio Romano: Fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. En el día de la dedicación de la basílica bajo el título de San Miguel, en la vía Salaria, a seis miliarios de Roma, se celebran juntamente los tres arcángeles, de quienes la Sagrada Escritura revela misiones singulares y que, sirviendo a Dios día y noche, y contemplando su rostro, a él glorifican sin cesar.

Son los nombres con que se presentan en la Sagrada Escritura estos tres príncipes de la corte celestial.

Miguel aparece en defensa de los intereses divinos ante la rebelión de los ángeles malos; Gabriel, enviado por el Señor a diferentes misiones, anunció a la Virgen María el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y su maternidad divina; Rafael acompañó al joven Tobías cuando cumplía un difícil encargo y se ocupó de solucionar difíciles asuntos de su esposa.

Actualmente, se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo tipo que tratan este tema; se venden "angelitos" de oro, plata o cuarzo; las personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus nombres.

Hay que tener cuidado, pues se puede caer en dar a los ángeles atribuciones que no les corresponden y elevarlos a un lugar de semidioses, convertirlos en "amuletos" que hacen caer en la idolatría, o crear confusiones entre lo que son las inspiraciones del Espíritu Santo y los consejos de los ángeles.

Es verdad que los ángeles son muy importantes en la Iglesia y en la vida de todo católico, pero son criaturas de Dios, por lo que no se les puede igualar a Dios ni adorarlos como si fueran dioses.

A pesar de que están de moda, por otro lado, es muy fácil que nos olvidemos de su existencia, por el ajetreo de la vida y principalmente, porque no los vemos.

Este olvido puede hacernos desaprovechar muchas gracias que Dios ha destinado para nosotros a través de los ángeles.

Por esta razón, la Iglesia ha fijado dos festividades para que, al menos dos días del año, nos acordemos de los ángeles y los arcángeles, nos alegremos y agradezcamos a Dios el que nos haya asignado un ángel custodio y aprovechemos estos días para pedir su ayuda.


Misión de los ángeles

Los ángeles son seres espirituales creados por Dios por una libre decisión de su Voluntad divina. Son seres inmortales, dotados de inteligencia y voluntad.

Debido a su naturaleza espiritual, los ángeles no pueden ser vistos ni captados por los sentidos.

En algunas ocasiones muy especiales, con la intervención de Dios, se han visto y oído materialmente. La reacción de las personas al verlos u oírlos ha sido de asombro y de respeto. Por ejemplo, los profetas Daniel y Zacarías.

En el siglo IV, el arte religioso representó a los ángeles con forma de figura humana. En el siglo V, se le añadieron las alas, como símbolo de su prontitud en realizar la Voluntad divina y en trasladarse de un lugar a otro sin la menor dificultad.

En la Biblia encontramos algunos motivos para que los ángeles sean representados como seres brillantes, de aspecto humano y alados. Por ejemplo, el profeta Daniel escribe que un "ser que parecía varón" -se refería al arcángel Gabriel- volando rápidamente, vino a él (Daniel 8, 15-16; 9,21). Y, en el libro del Apocalipsis, son frecuente las apariciones de ángeles que claman, tocan las trompetas, llevan mensajes o son portadores de copas e incensarios; otros que suben, bajan o vuelan; otros que están de pie en cada uno de los cuatro puntos cardinales de la tierra o junto al trono del Cordero, Cristo.

La misión de los ángeles es amar, servir y dar gloria a Dios, ser mensajeros y cuidar y ayudar a los hombres. Ellos están constantemente en la presencia de Dios, atentos a sus órdenes, orando, adorando, vigilando, cantando y alabando a Dios y pregonando sus perfecciones. Se puede decir que son mediadores, custodios, guardianes, protectores y ministros de la justicia divina.

La presencia y la acción de los ángeles aparecen a lo largo del Antiguo Testamento, en muchos de sus libros sagrados. Aparece frecuentemente, también, en la vida y enseñanzas de Nuestro Señor, Jesucristo, en la Carta de san Pablo, en los Hechos de los Apóstoles y, principalmente, en el Apocalipsis.

Con la lectura de estos textos, podemos descubrir algo más acerca de los ángeles:


1-Nos protegen, nos defienden físicamente y nos fortalecen al combatir las fuerzas del mal.
2-Luchan con todo su poder por y con nosotros.


Como ejemplo, está la milagrosa liberación de San Pedro que pudo huir de la prisión ayudado por un ángel (Hechos 12, 7 y siguientes). También, aparece un ángel deteniendo el brazo de Abraham, para que no sacrificara a su hijo, Isaac.


Los ángeles nos comunican mensajes importantes del Señor en determinadas circunstancias de la vida. En momentos de dificultad, se les puede pedir luz para tomar una decisión, para solucionar un problema, actuar acertadamente y para descubrir la verdad.

Por ejemplo, tenemos las apariciones a la Virgen María, a San José y a Zacarías. Todos ellos recibieron mensajes de los ángeles.


Los ángeles cumplen, también, las sentencias de castigo del Señor, como el castigo a Herodes Agripa (Hechos de los Apóstoles) y la muerte de los primogénitos egipcios (Éxodo 12, 29).

Los ángeles presentan nuestras oraciones al Señor y nos conducen a Él. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y nos conducirán, con toda bondad, después de nuestra muerte, hasta el trono de Dios para nuestro encuentro definitivo con Él. Este será el último servicio que nos presten pero el más importante. El arcángel Rafael dice a Tobías: "Cuando ustedes oraban, yo presentaba sus oraciones al Señor", (Tob 12, 12 - 16).

Ellos nos animan a ser buenos pues ven continuamente el rostro de Dios y también ven el nuestro. Debemos tener presentes las inspiraciones de los ángeles para saber obrar correctamente en todas las circunstancias de la vida. "Los ángeles se regocijan cuando un pecador se arrepiente", (Lucas 15, 10).





Jerarquía de los ángeles

Se suelen enumerar nueve coros u órdenes angélicos. Esta jerarquía se basa en los distintos nombres que se encuentran en la Biblia para referirse a ellos. Dentro de esta jerarquía, los superiores hacen participar a los inferiores de sus conocimientos.


Cada tres coros de ángeles constituyen una jerarquía y todos ellos forman la corte celestial.


  Jerarquía Suprema:

    Serafines

    Querubines

    Tronos


    Jerarquía Media:

    Dominaciones

    Virtudes

    Potestades


    Jerarquía Inferior:

    Principados

    Arcángeles

    Ángeles


Serafines: Son los "alabadores" de Dios. Serafín significa "amor ardiente". Los serafines alaban constantemente al Señor y proclaman su santidad.
 (Isaías 6, 17)

Querubines: Son los "guardianes" de las cosas de Dios. Aparecen como encargados de guardar el arca de la alianza y el camino que lleva al árbol de la vida. Entre dos querubines comunica Yahvé sus revelaciones. "Se sienta sobre querubines".

(Génesis, Éxodo, en la visión de Ezequiel, 1, 4 y Carta a los Hebreos, 9,5).


Potestades, Virtudes, Tronos, Principados y Dominaciones:

En la Biblia encontramos estos diversos nombres cuando se habla del mundo angélico. Hay quien interpreta los nombres de los ángeles como correspondientes a su grado de perfección. Para San Gregorio, los nombres de los ángeles se refieren a su ministerio:


    Los principados son los encargados de la repartición de los bienes espirituales

    Las virtudes son los encargados de hacer los milagros

    Las potestades son los que luchan contra las fuerzas adversas

    Las dominaciones son los que participarán en el gobierno de las sociedades

    Los tronos son los que están atentos a las razones del obrar divino.


Existe, también, una jerarquía basada en los distintos nombres que se encuentran en la Biblia para referirse a ellos. A los arcángeles les podríamos llamar los "asistentes de Dios". Son ángeles que están al servicio directo del Señor para cumplir misiones especiales.






El Arcángel San Miguel

Es el que arrojó del Cielo a Lucifer y a los ángeles que le seguían y quien mantiene la batalla contra Satanás y demás demonios para destruir su poder y ayudar a la Iglesia militante a obtener la victoria final. El nombre de Miguel significa "quien como Dios". Su conducta y fidelidad nos debe invitar a reconocer siempre la señoría e Jesús y buscar en todo momento la gloria de Dios.











 Arcángel San Gabriel

En hebreo significa "Dios es fuerte", "Fortaleza de Dios". Aparece siempre como el mensajero de Yahvé para cumplir misiones especiales y como portador de buenas noticias. Anunció a Zacarías el nacimiento de Juan, el Bautista y a la Virgen María, la Encarnación del Hijo de Dios.






Arcángel San Rafael: 


Su nombre quiere decir "medicina de Dios". Tiene un papel muy importante en la vida del profeta Tobías, al mostrarle el camino a seguir y lo que tenía que hacer. Tobías obedeció en todo al arcángel San Rafael, sin saber que era un mensajero de Dios. Él se encargó de presentar sus oraciones y obras buenas a Dios, dejándole como mensaje bendecir y alabar al Señor, hacer siempre el bien y no dejar de orar. Se le considera patrono de los viajeros por haber guiado a Tobías en sus viajes. Es patrono, también, de los médicos (de cuerpo y alma) por las curaciones que realizó en Tobit y Sara, el padre y la esposa de Tobías.






Los ángeles custodios

Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma sobre este tema San Jerónimo: "Grande es la dignidad de las almas, cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia".

En el Antiguo Testamento se puede observar como Dios se sirve de sus mensajeros para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando a Elías lo alimentó un ángel, (1 Reyes, 19, 5).

En el Nuevo Testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que aparecen estos seres: el mensaje a San José para que huyera a Egipto y los ángeles que sirvieron a Jesús, después de las Tentaciones en el desierto, entre otros ejemplos.

Se puede decir que los ángeles custodios son compañeros de viaje, que siempre estarán al lado de cada uno de nosotros, en las buenas y en las malas, sin separarse ni un solo momento. Está a nuestro lado mientras trabajamos, descansamos, cuando nos divertimos y cuando rezamos, cuando le pedimos ayuda y cuando le olvidamos. Y, lo más importante, es que no se aparta de nosotros ni siquiera cuando perdemos la gracia de Dios por el pecado. Nos presta auxilio para enfrentar de mejor ánimo las dificultades y tentaciones de la vida diaria.

Muchas veces se piensa en el ángel de la guarda como si fuera algo infantil. Pero, si pensamos que al crecer la persona se enfrentará a una vida con mayores tentaciones y dificultades, el ángel custodio será de gran ayuda.

Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. Así podrá convertirse en un fiel y poderoso aliado nuestro.
Debemos confiar en nuestro ángel de la guarda y pedirle ayuda, pues además de que él nos guía y nos protege, está muy cerca de Dios y le puede decir directamente lo que queremos o necesitamos.
Recordemos que los ángeles no pueden conocer nuestros pensamientos ni deseos íntimos si nosotros no se los hacemos saber de alguna manera, ya que sólo Dios sabe lo que hay dentro de nuestro corazón. Ellos, en cambio, sólo pueden conocer lo que queremos intuyéndolo por nuestras obras, palabras, gestos, etc.

También podemos pedirles favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinados peligros o las guíen en situaciones difíciles.

¿Qué nos enseñan los ángeles?

Nos enseñan a:

Glorificar al Señor, proclamar su santidad y rendirle sus homenajes de adoración, de amor y de ininterrumpida alabanza.

Cumplir con exactitud y prontamente todas las órdenes que recibimos del señor y a cumplir su Voluntad sin discutir sus mandatos ni aplazando el cumplimiento de éstas.

Servir al prójimo, pues ellos están preocupados por nosotros y quieren ayudarnos en las diversas circunstancias que se nos presentan en la vida. Esto nos anima a compartir con nuestros hermanos penas y alegrías.

¿Quiénes son los ángeles caídos?

Dios creó a los ángeles como espíritus puros, todos se encontraban en estado de gracia. Pero algunos, encabezados por Luzbel, el más bello de los ángeles, por su malicia y soberbia se negaron a adorar a Jesucristo, Dios hecho hombre, por sentirse seres superiores. Así, rechazaron eternamente a Dios con un acto inteligente y libre de su parte.

A Luzbel -también denominado Lucifer, Diablo o Satán- junto con los ángeles rebeldes que le siguieron -convertidos en demonios- fueron arrojados del Cielo al infierno. Quedaron confinados a un estado eterno de tormento en donde nunca más podrán ver a Dios.

No cambiaron su naturaleza, siguen siendo seres espirituales y reales.

Lucifer es el enemigo de Dios. Jesús le llama el engañador, el padre de la mentira”. Su constante actividad en el mundo busca apartar a los hombres de Dios mediante engaños e invitaciones al mal. Quiere evitar que lo conozcan, que lo amen y que alcancen la felicidad eterna. Es un enemigo con el que se tiene que luchar para poder llegar al Cielo.

Los demonios se encuentran organizados en jerarquías, tal y como fueron creados en un principio, subordinados los inferiores a los superiores.

Satanás y sus demonios comenzaron sus maléficas acciones con Adán y Eva y no se dan por vencidos en su labor. Aprovechan la inclinación del hombre hacia el mal por su naturaleza que quedó dañada después del pecado original. Son muy astutos, disfrazan el mal de bien. Su acción ordinaria en el hombre es la tentación. Por ello rezamos en el Padrenuestro: ...no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.

¿Por qué creer en los ángeles?

Toda la Sagrada Escritura está llena de versículos y capítulos completos que hablan de los ángeles. Si creemos en la Sagrada Escritura, no podemos negar la existencia y la acción de los ángeles.

 Además del testimonio de la Revelación, tenemos el de los Santos Padres de la Iglesia quienes nos dejaron bellas y sugestivas descripciones de los ángeles que fueron retomadas por Santo Tomás no sólo en el aspecto teológico sino en un dinamismo cristiano. La Iglesia ha definido dogma de fe la existencia de los ángeles.

El culto a los ángeles de la guarda comenzó en la península Ibérica y después se propagó a otros países. Existe un libro acerca de esta devoción en Barcelona con fecha de 1494.

El Concilio IV de Letrán, en 1215, se señaló que Dios es creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles, de las criaturas espirituales y las corporales. Se señaló que a unas y a otras, las creó de la nada.

En 1870, debido al materialismo y racionalismo que imperante en esa época, el Concilio Vaticano I afirmó de nuevo la existencia de los ángeles.
 Pablo VI volvió a poner de manifiesto la existencia de los ángeles en 1968, al formular el Credo.

En la reforma litúrgica de la Iglesia de 1969, quedó establecido el día 29 de septiembre para dar culto a los arcángeles San Miguel, San Rafael y San Gabriel y el día 2 de Octubre, para rendir culto a los ángeles custodios.

 Por: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net



Los ángeles y las mentiras de la Nueva Era


No se requiere mucho esfuerzo para darse cuenta que los ángeles están “muy de moda” hoy día. Los vemos mencionados en la música, el cine (“Tan lejos, tan cerca” y “Michael”), en series de televisión (“Camino al cielo”) y exposiciones artísticas que se especializan en ellos (p.e. Vicky Nigri cuyo ángel favorito es “Uriel” (nombre que no está en la Biblia).

Existen clubes de personas interesadas en compartir sus experiencias con ángeles y como comunicarse con ellos. Se pueden comprar en las tiendas de los “Malls”, por el correo y aun por el Internet todo tipo de adornos angelicales y hasta altares completos para su casa. En los puestos de periódicos y librerías encontramos muchos artículos sobre los ángeles en las revistas de la N.A.

En algunos países hay revistas especializadas sobre ellos. Hasta se puede conseguir catálogos de venta por correo de cosas de ángeles. Hay muchos centros de información que se especializan en este fenómeno.

Cada vez más escuchamos testimonios por radio y televisión de personas que han recibido visitas y mensajes de ángeles, y/o experimentado milagros, y hasta han sido salvados por ellos.

La Biblia

Antes de ofrecer nuestra reflexión sobre la enseñanza de la New Age en cuanto a los ángeles necesitamos saber qué es lo que dice la Biblia de ellos.

Encontramos la palabra “ángel” en 24 libros de la Biblia: 148 veces en el Antiguo Testamento y 74 en el nuevo, sin contar con otras maneras de hablar de ellos. Viene de la palabra griega: angelos, es decir “mensajero”. En al A.T. la palabra es Malak que probablemente significa “delgado” ó “embajador”.

Antiguo Testamento

En todas sus formas el Antiguo Testamento menciona a los ángeles más de trescientas veces y son llamados generalmente: Bene Elohim “hijos de Dios”, “ejercito del Señor”, “estrella de la mañana”, “querubines”, “varones”, “príncipes”, etc. Para el tiempo del Nuevo Testamento llegaron a ser llamados más como comúnmente como ángeles.

En el Antiguo Testamento la corte celestial de Dios fue entendida semejante a la corte de un rey en la tierra. Así estos “Concilios Divinos” fueron vistos por los profetas como Jeremías. También ver 1 Re 22,19-23.

En el A.T. “El Ángel del Señor” (Ángel de Yahvé) actuaba en forma a veces tan poderosa que se identifica con el mismo Dios. Hablar con él era hablar con Dios mismo, no siempre se distingue. (Ver Gen 16, 7 y 13; Ex 3,2-6)

La Biblia habla de diferentes tipos de ángeles: los querubines son los que sostienen el trono de Dios o guardan la entrada del Edén, los serafines, con sus seis alas, cantan la gloria de Dios (Sal 80,20; Is 6,2; Ez 10,1).

Los ángeles juegan diversos papeles: anuncian la destrucción de los enemigos de Dios, protegen al pueblo de Dios (Ex 14,19-20), e intervienen para dirigir la vida o las acciones de una persona (a Abrahám que vuelva a Sara, Gen 16,9). Ellos castigan (Gen 19,11) y perdonan pecados (Ex 23,21-21).

El Nuevo Testamento

En el N.T. también los ángeles desempeñan varias obras para Dios. Ellos aparecen y llevan mensajes a Zacarías, a María, a los pastores en Noche Buena y a José en el sueño. Anuncian la resurrección y explican la Ascensión de Jesús.

El N.T. les muestra alabando al Señor (Lc 2,13-14, Ap 5,8-14), pidiendo a Dios por nosotros (Ap 5,8; 8,3-4), atendiendo a Jesús y a los cristianos (Heb 1,14, Mt 4,6 y 11) y celebrando el arrepentimiento de un pecador (Lc 15,10). Los ángeles intervienen para rescatar a los apóstoles (Hch 5,19-20; 12,6-11), guían a Felipe (Hch 8,26), dice a Cornelio que busque a Pedro (Hch 10-11), informan a Pablo que llegara ala corte del Cesar (Hch 27,23-24), etc. Aparentemente no se casan (Lc 20,35-36).

Acompañaran a Cristo en su segunda venida (Mc 8,38; Mt 16,27; 2 Tes 1,7). Participaran en los acontecimientos apocalípticos del fin del mundo (Mt 13, 41-42) en el juicio final (Mt 24,31; 25,31).

Su adoración es estrictamente prohibida. Los ángeles se hacen visibles para confirmar su existencia y para demostrar que son servidores de Dios y aliados nuestros cuando hacemos la voluntad de Dios. Ellos vienen para ayudarnos, y cooperan con Dios en nuestra salvación están en la presencia de Dios, listos siempre para servirle: “oran, adoran, vigilan, cantan y alaban a Dios y pregonan sus perfecciones. Son, pues, mediadores, custodios, protectores, y ministros de la justicia divina”.

Los que llevan nombre de: Gabriel, Miguel, Rafael

Gabriel: su nombre quiere decir “Fortaleza de Dios” (Dios es mi guerrero, héroe, Dn 8, 16, 9,21). Gabriel ayuda al profeta Daniel a entender la última revelación dada por Dios a Israel. Ayuda también a jeremías (25,11-12; 29,10) a entender que la revelación de la “caída” de babilonia en 70 años trata sobre todo de la venida del reino de Dios después de 70 más 7 años. Es Gabriel que aparece a Zacarías y a María.

Miguel: significa “Quien como Dios” y es mencionado en varios lugares del Antiguo y Nuevo Testamento: Dn 10,13 y 21; 12, 1; Jud 9; Ap 12,7. El protege y defiende a Israel y Miguel en luchar contra el dragón (=Satanás) en Ap 12,9 donde defiende al nuevo Israel: “La Iglesia de Cristo”. En judas 9 es llamado arcángel.

Rafael: quiere decir “Medicina de Dios” (Dios sana), y encontramos a el en el libro de Tobías (5,4; 5). Como su nombre indica, Rafaela restaura la vista de Tobías, protege a Tobías en su viaje y le ayuda a encontrar su futura esposa.

La Biblia también habla de los ángeles de la Guarda. Deuteronomio 32, 8 dice que Dios asigna un ángel para cada país. Ellos guardan a los individuos (Mt 18,10) y a comunidades enteras (Ap 1-3). (Ver Ex 23,23; Sal 91,11; Tob 5, y 12,12)

Los ángeles de la guarda están constantemente a nuestro lado, no se separan de nosotros ni un momento, aun cuando estamos durmiendo; y no nos ayuden solo cuando los necesitamos si no siempre están para protegernos. Para que nuestra relación con nuestro ángel de la guarda sea más íntima debemos tratarlo, llamarle, hablar con el, y debemos agradecer a Dios por este compañero y protector que es una manifestación de su divina providencia. Como aconsejo el Papa Juan XXIII, recordar que tenemos un ángel que nos quiere y nos protege debe darnos mucha alegría (9 de agosto de 1961).

Cristo es su creador

En el judaísmo antiguo había mucha especulación en cuanto a los ángeles y demasiada preocupación con ellos. Algunos los adoraban.

Para los cristianos, el intermediario entre Dios y nosotros no son ángeles si no Cristo mismo. Es sobre el que los ángeles ascienden y descienden (Jn 1,51). Los ángeles anunciaron el nacimiento del Salvador (Lc 2,8-14). No son el Salvador.

Los cristianos disminuyeron la cantidad de especulación y enfoque. Dijimos que el N.T. prohíbe su adoración (Ap 19, 10, 22,8-9, Col 2,18). San pablo nos hace recordar que son solamente criaturas (Col 1,16) y que Cristo es el centro de nuestra fe. Él está encima de ellos (Heb 1,4-6; Ef 1,21). Los ángeles le adoran a él (Heb 1.6, Ef 1,22-23).

La doctrina de la Iglesia enseña que los ángeles son criaturas invisibles, personas finitas que no se ajustan al ámbito de los sentidos. Son espíritus dotados de inteligencia y voluntad en estado puro que relacionan con el mundo material. Por su naturaleza, los ángeles son superiores a todas las demás criaturas, incluso los hombres, y poseen un intelecto, voluntad y poder superior (2 Ped 2,12). Entienden las cosas de manera completamente distinta a los hombres. Sin sus limitaciones materiales que los hombres tienen, ellos captan la verdad total y completa de un asunto, viendo su principio, y todas las consecuencias y aspectos al mismo tiempo. A pesar de esto no son omnipotentes como lo es Dios. Su poder y conocimiento tienen límites (ver Dan 10,13; Mt 24,36; 1 Ped 1,12)

En cuanto a su naturaleza, los ángeles son espíritus, son llamados “ángeles” por su FUNCIÓN. No son iguales a los espíritus de los difuntos (los santos). Ellos anteriormente eran hombres de carne y hueso. Al contrario, un ángel jamás fue un hombre.

Quizás sea difícil imaginar tal ser sin un cuerpo. Por eso los representamos como estatuas porque nosotros somos encarnados y nuestra imaginación se basa en cosas materiales.

¿Cuantos ángeles son?

En los evangelios se habla de miríadas y miríadas, pero sin número exacto. Como dijimos, es dogma de fe que los ángeles existen y que algunos protejan a naciones y a grupos.
Distintos autores de la Iglesia han hablado de los “coros angelicales” (las jerarquías) mencionados en la Biblia, pero sin que se puedan señalar las diferencias entre unos y otros. El primero que catalogo estas jerarquías era (pseudo) Dionisio Areopagita (del siglo V).

Además de los “ángeles” y “Arcángeles” ya mencionados, encontramos:

“Serafines”, los que arden con el amor (Is 6,2-6) y guardan la entrada al paraíso (Gen 3,24).“Querubines”, la figuras que Dios manda adornar el arca (Ex 25,18) y el templo de salomón (1 Rey 6,29-39).
“Virtudes”, Rom 8,38; 1 Co 15,24
“Potestades”, 1Cor 15,24; Ef 1,21
“Principados”, Rom 8,38; 1 Co 15,24
“Dominaciones”, Ef 1,21; Col 1,16.
“Tronos”, Col 1,16.

La Iglesia no ha definido exactamente en cuanto a las teorías sobre la jerarquía, es decir no es dogma de fe saber el orden de ellas ni cual ángel está en una jerarquía más “alta”, o cuál es su función exactamente.

La "New Age"

La New Age (Nueva Era) ofrece una angelología radicalmente diferente a la doctrina Bíblica Católica. Vemos esto claramente cuando salió a la venta en mayo de 1996 el primer tomo de Los grandes temas del Esoterismo llamado: “los ángeles, hijos de Dios y hermanos del hombre”. Para el cristiano, no hay nada tan distinto, tan opuesto a su fe que el esoterismo mezclado con los ángeles de Dios. Otro ejemplo típico, está en el libro “ángeles” del ya fallecido teósofo C. W. Leadbeater donde promueve la creencia en los ángeles, y a la vez la reencarnación y viajes fuera del cuerpo.

A continuación unos ejemplos de cómo algunos autores de la New Age presentan a los ángeles (resaltemos de antemano que todas las teorías presentadas en estos ejemplos son totalmente erróneas y anti cristianas).

El ángel de la guarda al que se refieren las religiones es la propia chispa de luz que cada hombre lleva consigo y que debe guiarle siempre en su vida. Cada persona tiene un gran ángel interior y comunicarse con él es comunicarse consigo mismo, con sus posibilidades y sus deseos de crecer espiritualmente. Ese ángel interior CRECERÁ mientras busquemos expandir nuestra conciencia… “(Leonor Alazraki en Jarque y Rivas, p. 98 Énfasis mío). Ella distingue entre ángeles interiores y los mensajeros exteriores de Dios.
La New Age es casi politeísta en su entendimiento de ellos: Dice Jarque y Rivas (apéndice dos) que los ángeles no solamente tiene países bajo su protección sino que también ciertos ángeles se encargan de los meses (p.e Gabriel es Enero, “Barchiel”, Febrero, “Uriel” es Septiembre) días de la semana (Gabriel es lunes, Miguel es Miércoles), y aun ¡los doce signos del Zodiaco (Tauro es “Amodel”, Libra es “Uriel” y Acuario es “Gabriel”)!

“Los ángeles atraen la suerte, dan suerte, son la suerte. Nadie que este rodeado de ángeles podrá tener mala suerte…” (Cruz, p.10).

Otros autores dicen que los ángeles son como extraterrestres (ovnis) (ver Genn williston “UFO’s and Ángels”). En la revista “Angel times” (Tiempos de Ángeles, aug/sep, 1996) el autor Michele Gold (“Ángels of the Sea”) escribe que “las delfinas y las ballenas son ángeles del mar”. Su gurú dice que las delfinas nos están enseñando el amor sin condiciones.

Métodos anticristianos para establecer comunicación con los ángeles

Comunicarse con los ángeles es parte del fenómeno de la Nueva Era Si uno necesita consejo sobre algo en la vida, ¿Por qué no preguntar a tu ángel de la guarda? ¿Quién te conoce mejor?

H.C. Moolenburgh, un médico holandés, dice que podemos comunicarnos con los ángeles a través del autocontrol y la meditación además del sueño y la oración. Los autores dicen que tenemos que orar con la actitud de que lo que pedimos es un hecho ya.

Para la New Age, la persona vacía la mente para conseguir una conciencia alterada, un estado como de trance para “comunicarse” con un ángel. Hasta se puede repetir la palabra “ángel” como mantra para este fin. La médium-canalizadora (“channeler” en inglés), pata Rodegast ha estado recibiendo mensajes de “un ángel” llamado Emmanuel desde que ella comenzó a practicar la Meditación Trascendental de Maharishi hace más de treinta años. “Emmanuel” enseña la reencarnación. Se supone que anteriormente era un hombre “muy rico” que se evoluciono a un ángel en el año 1500 D.C. “yo soy tú, sin tu miedo” dice Emmanuel… Es monismo.

Otra manera de ponerse en contacto con los ángeles -según la Nueva Era- es por la visualización (o la imaginación guiada). En esta la persona imagina algo para que le ayude a alternar la conciencia por ejemplo: “En ojo de la mente imagina una calle. Imagínate caminando por ella. Llegas a un lugar de mucha paz y tranquilidad. Allí están los ángeles. Una vez que has llegado allá saluda a los espíritus
(Insistimos todas estas teorías son totalmente anticristianas. los cristianos sabemos que el único medio de comunicación con los ángeles es la oración)

Los Falsos Cristales Angelicales

Según la Nueva Era también se pueden utilizar cristales y gemas para comunicarse con los ángeles. Existe lo que la New Age llama “cristales querúbicos”. Son cristales que uno activa durante la meditación y luego son “cargados” de energía por los mismos ángeles. Uno toma el cristal en ambas manos, pide en voz alta para que el poder y la sabiduría de los querubines pase por uno y llegue al cristal para que este pueda ser cargado por las vibraciones de los querubines. Tiene su poder. Catalina Tapia habla de utilizar piedras de estaño y cobre para invocar a los “Ángeles Mágicos” que son “Dagiel, Abriel, Uriel, Verechiel y Uriel”.

Se puede ser contacto con los ángeles por medio de coordinar los colores de la ropa. Por ejemplo a los ángeles de la guarda les gustan los colores de tinta rosa, a los ángeles de sanación les gusta azules fuertes, a los serafines les gusta el rojo. Al arcángel Miguel le gusta los verdes, oro y rosa, y a Gabriel los colores cafés y beige. Para atraerlos hay que vestirse según su color favorito.

Otra manera de comunicarse con los ángeles es escribiéndoles cartas. Se comienza la carta saludando a un ángel de la guarda, y luego se deja que las palabras “salgan” por si misma. Y si quieres que los ángeles te escriban, toma una pluma o el teclado de la computadora y “rinde tu mente al mundo angélico”, dejando las palabras fluir por si mismo. (Con tal de que tu mente sea pura). Es un tipo de escritura automática común en el espiritismo especialmente.

La creencia de la N.A. es que todos los Ángeles son suaves. Pero la Biblia dice que esto no es verdad. Según la Biblia existe dos formas en el cual aparecen los ángeles: Vienen como seres gloriosos como los que se les aparecieron a los pastores en Noche buena y más como los que se aparecieron a Isaías (Cap. 6). También aparecen como seres humanos (Gn 18). Pero para la N.A. los ángeles aparecen como intuiciones, luces encima del agua, en nubes, en el arco-iris, y hasta en aves, cuando uno está leyendo un libro y una brisa hace voltear la página para que los ojos se concentren en una frase. Pueden comunicarse por medio de palabras de una canción por la radio. En fin son todas experiencias subjetivas.

La Biblia nos recuerda que no todas las experiencias con los ángeles son verdaderas. Pablo dice que el diablo se disfraza como ángel de luz (2 Cor 11,14).

Y a Timoteo escribió que: El espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartaran de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que viene de los demonios (1 Tim 4,1).
La misma autora esotérica, Catalina Tapia advierte: “Antes de trabajar con seres de luz, ángeles y entidades Superiores, debemos tomar conciencia de que es abrir nuestro corazón… debemos saber cuáles son los riesgos y porque crisis espirituales podemos atravesar y que obstáculos se nos van a presentar antes de poder contactar a esas entidades luminosas” (p. 38. Énfasis mío).

Conclusión

Yo, como católico creo firmemente en la existencia de los ángeles. Creo que es bueno orarles para que nos ayuden. Jesús mismo fue servido por ellos en el desierto (Mt 4,11) y en su agonía (Lc 22,43). Lo que la Iglesia advierte es que no hagamos demasiada especulación en cuanto a ellos. Basta por ejemplo con que nuestro ángel de la guarda nos haga recordar la Providencia de Dios que nos cuida aún mucho más que a las aves del cielo (Mt 6,26). Y, por supuesto jamás puede el cristiano creer, y aún menos practicar el esoterismo.


Dios creo a los ángeles para hacer su voluntad. Quizá no actúan en manera tan espectacular como en la Biblia pero siguen haciendo su voluntad. Dios nos quiere proteger por medio de nuestro ángel de la guarda y nos defiende del mal por la oración a San Miguel Arcángel. Le damos gracias por habernos dado estos hermanos espirituales para ayudarnos a llegar con ellos al cielo y, así gozar eternamente en la presencia del Padre.

Como católico creo firmemente en la existencia de los ángeles. Creo que es bueno orarles para que nos ayuden. Lo que la Iglesia advierte es que no hagamos demasiada especulación en cuanto a ellos.

Por: P. Daniel Gagnon, OMI | Fuente: Mercaba.org

viernes, 25 de septiembre de 2015

Promesas del Sagrado Corazón de Jesús


Jesús, al aparecerse a Sta. Margarita María Alacoque, le ordenó que promoviera el culto al Sagrado Corazón y prometió llenar de gracias y bendiciones a aquellos devotos suyos y aquellos que propaguen el culto a su Sagrado Corazón.

Jesús le hizo doce Promesas:

1) A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado de vida.
2) Daré paz a sus familias.
3) Les consolaré en todas sus aflicciones.
4) Seré su amparo y refugio seguro durante la vida y principalmente a la hora de la muerte.
5) Bendeciré sus empresas y haré que las enderecen a su eterna salvación.
6) Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de misericordia.
7) Las almas tibias se harán fervorosas.
8) Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a la perfección.
9) Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.
10) Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones más duros.
11) Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
12) A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el Amor Omnipotente de Mí Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final a la hora de morir.

“Venid a Mí todos, los que estáis fatigados y oprimidos bajo el peso de la cruz, y Yo os aliviaré. Venid a Mí; si no sentís tal fuerza misteriosa de Mi infinito amor a vosotros, sentid al menos la generosidad de los beneficios que deseo concederos. 

¡Cuánto lo necesitáis! Sin Mi gracia, sin Mi misericordia, sin Mí amor, os perderéis para siempre. Mucho deseo vuestra salvación, porque os amo mucho. Solamente si Me amáis, os ameréis a vosotros mismos, porque Yo Soy vuestra única y verdadera felicidad. "